El sargento Iván Cari y la sargento Maira Agustina González declararon ante el fiscal Luis Ferreyra en una causa en la que están acusado de haber actuado con brutalidad y dejar cuadripléjico a un joven de 20 años al detenerlo. El hecho ocurrió en julio de 2023 y la víctima murió al año siguiente.
Los dos policías acusados de haber realizado una brutal maniobra al detener a Nahuel Lagos (20) en julio de 2023 y dejarlo cuadripléjico negaron haberle causado cualquier tipo de lesión.
Los sargentos Iván Cari y Maira Agustina González, se presentaron en la Fiscalía N° 12 y negaron ante el fiscal Luis Ferreyra haber agredido a Lagos cuando fue detenido en Batán.
Los policías están imputados por “lesiones gravísimas agravadas por ser funcionarios públicos, vejaciones en actos de servicio e incumplimiento de los deberes de funcionario público, en concurso ideal”. De acuerdo con la calificación, la pena en expectativa es de 3 a 15 años de prisión, al computarse únicamente la sanción del delito más grave.
Si bien los imputados negaron los cargos en sus declaraciones, la causa cuenta con el testimonio de la víctima y con los informes médicos que certifican las lesiones sufridas. El fiscal Ferreyra deberá ahora resolver si dispone nuevas medidas de prueba o si solicita la elevación a juicio.
El caso ocurrió el 14 de julio de 2023, alrededor de las 3 de la madrugada, cuando los policías Cari y González acudieron a un llamado al 911 en la calle 136, entre 153 y 155. Según la acusación fiscal, en el procedimiento redujeron a Leandro Nahuel Lagos y, mientras estaba inmovilizado en el suelo, Cari lo levantó por las esposas y le pisó la cabeza, mientras ambos lo tomaban de la chalina que llevaba y tiraban de ella hacia arriba, a modo de ahorcamiento.
Esa maniobra le provocó a la víctima una hiperextensión aguda de la columna cervical y una lesión medular que derivó en cuadriplejia espástica, con secuelas irreversibles como déficit fonorespiratorio y dificultades para deglutir. Lagos fue internado semanas después, tras múltiples consultas por los dolores, y desde entonces sufrió una incapacidad permanente.
A pesar de que superó un cuadro de estado de coma su salud no evolucionó lo suficiente para recuperar movimientos y convaleció en su casa por varios meses. Finalmente el 24 de mayo de 2024 falleció.
Las vejaciones y apremios en los que habría incurrido el personal policial comenzaron a ser investigados por el fiscal Luis Ferreyra, pero al producirse la muerte el hecho ser recaratuló como homicidio y se le dio intervención a la UFI N°1, a cargo de Florencia Salas.
Los complejos estudios forenses para determinar el causa del muerte exacto llevaron tiempo. Debido a que había pasado casi un año entre el accionar de la policía y el fallecimiento se necesitaba tener la certeza de qué lo había provocado.
Finalmente se estableció, en base a estudios histopatológicos, que el deceso de Lagos había sido por la infección en el tratamiento de las escaras formadas por su postración, por lo que la causa volvió al fiscal Ferreyra. Según los informes médicos, la falta de asistencia, de tratamiendo y cierto grado de abandono fueron factores para que Lagos falleciera.
La responsabilidad de la policía no queda minimizada con estos cambios, más allá de que ahora quedaron imputados “solo” por las lesiones gravísimas y no el homicidio. No se puede perder de vista que los policías que intervinieron esposaron a Lagos sin necesidad y le torcieron la columna hasta dejarlo cuadripléjico.